En la industria automotriz siempre ha existido una tendencia a mejorar el rendimiento de los vehículos, la eficiencia de combustible y la sostenibilidad. Una forma de lograrlo es mediante el uso de materiales de fundición livianos como el aluminio y el magnesio en las piezas de los automóviles. Este artículo analiza las ventajas de estos materiales y sus contribuciones a la eficiencia automotriz mediante la reducción de emisiones, la mejora del rendimiento y la resistencia, así como la durabilidad.